¡Como no!

Pues como siempre, Lucía, que no están tus padres de por medio, ayer te lo comistes todo, no pediste el biberón, y no paraste de jugar y de pasártelo bien hasta que te quedaste fritita en el autobús los veinte minutos del viaje de vuelta.
¡Hasta te montaste en un poni!
Por lo demás, el año que viene cambian el currículum del curso que estoy haciendo, y se da inglés, algo que tu padre no ha estudiado nunca, fui de los últimos en dar francés en el cole y el insti.