lunes, 5 de julio de 2010

Semáforos.

Quisiera decirte hoy, Lucía, que desde que te conozco, he aprendido a respetar más los semáforos; pero sería una verdad a medias. Cuando voy contigo, los respeto estrictamente, pero si voy solo, sale la cabra montesa que llevo dentro, y paso por done puedo y como puedo; la cabra, que tira al monte.
Por lo demás, este Domingo te llevamos a la piscina, tu primera vez; pues como si fueses cada día: Muy atenta a todo lo que veías, que era nuevo para ti, y sin ningún tipo de miedo al agua, te sumergimos la cabeza cinco o seis veces, y en ningún momento apareció ni una sola lágrima.

No hay comentarios:

Publicar un comentario