jueves, 27 de agosto de 2009

Tu cara.

Ayer vimos tu cara Lucía, tu madre y yo. No te voy a engañar, lo que es el instinto maternal, paternal en mi caso, no lo tengo muy desarrollado; no se me cayó la baba. Tu madre, Lucía, es otra cosa; si hay una mujer que desde siempre ha querido ser madre es ella; si conozco a alguien preparad@ para el devenir de lo que pueda suponer la maternidad/paternidad, es ella; si ayer estuve mirando una cara más que la tuya, era la suya; si todavía me pregunto que hace alguien conmigo, es de ella. En fin que para ella supuso un esfuerzo vivir conmigo, sin casarnos, y para mi supone un esfuerzo el pensar en paternidad (responsable); pero ella lo merece, gracias a ella estarás aquí en Noviembre. Espero no fallaros, si es lo que digo siempre, pero es que mi miedo es ese; no el de no ser lo que se espera de mi (hace tiempo que nadie espera nada de mi), mi miedo es fracasar en lo que merece la pena: Tu madre, Nuria, y quien sabe si tu, mi "extraña" Lucía.

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